El 20 de septiembre de 2025 se entregó el máximo galardón
del cine mexicano, los PremiosAriel. La cinta triunfadora fue Sujo,
de Astrid Rondero y Fernanda Valadez. La decisión habla bien de la Academia
Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas al reconocer una película que
recrea la realidad mexicana contemporánea desde un tratamiento narrativo
innovador.
Sujo demuestra que los temas no se agotan; lo que
suele agotarse son las miradas. Más que falta de asuntos, hay perspectivas
normalizadas y una narrativa interesada que terminan por imponer un modo de
ver. La película desactiva esa inercia.
La película aborda uno de los llamados efectos colaterales
en los lugares donde el crimen organizado copa la vida.
En esos territorios donde no hay Estado, sino la ley del
cártel más fuerte, Sujo observa el desarrollo de un ser humano desde la
infancia hasta la juventud.
El mérito no está en el qué, sino en el cómo. La película
revela un trabajo de sensibilidad y cuidado artístico: no recurre a la acción
ni a la violencia explícita para significarla. Al contrario, conmueve desde las
tomas abiertas: cielo, horizonte, la pequeñez humana, combinadas con planos
cerrados de animales, maleza y objetos del campo, donde la tensión se sugiere
más de lo que se muestra. Con esa aproximación poética consigue transmitir un
mundo avasallado por el mal.
A través de una mezcla poco común de percepción y
pensamiento, la película emite mensajes desde lo visual, la interacción entre
los personajes y los diálogos.
—¿Qué quiere decir el nombre Sujo?
—No se sabe; para quien lo puso tendrá algún significado.
Y ese sentido -como se revela en el filme-, en efecto, es
personal e intransferible.
Eso define a la película: una significación sostenida en
expresiones, acciones, decisiones.
Aunque allí gobiernan la desesperanza, la maldad, el terror
y la muerte, persisten rasgos de humanidad —resguardo, compañía, fraternidad, aprendizaje—.
Es un lugar que interpela el ser y el deber ser, porque la vida no transcurre
en libertad: está condicionada por el contexto delictivo.
Sujo
deja un mensaje alentador: si las circunstancias pesan más que
cualquier plan de presente o futuro, el conocimiento abre oportunidades; lo que
marca la diferencia, sin embargo, son las convicciones personales.
Sujo evidencia
que el cine de un país puede confrontar su realidad dolorosa con fineza estética y audacia
formal. Por fortuna, está disponible en Prime Video. Ojalá el Ariel a Mejor Película 2025 impulse una
audiencia más amplia.
La 67.ª edición de los Ariel distinguió además a sus autoras, Astrid Rondero y Fernanda Valadez, con el premio a Mejor Dirección. Merecido reconocimiento.

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